|
|
Hace meces leí un post de nuestro querido amigo el gran tres,en el que gran tres relata un poco de su vida .Según él que vive una vida miserable,tan pobre tiene que sobrevivir quitando la comida que la gente se da a las palomas .
He aquí es un buen ejemplo de generosidad de las palomas.Antes de empezar a hacer mi pregunta quiero expresar con mi más sincero y afectuoso sentimiento a camarada el gran tres.El problema no era el gran tres quita la comida de las palomas sino quién las da la comida y porqué.
Es algo que nunca he entendido. Aunque parezca una tonteria es mas serio de lo que parece. Yo creo que lo mas sensato es alejarnos de esos aves de ensuciatodo.Antes yo vivía un barrio antiguo de BCN y tenia a las palomas hasta las narices,cada 2 por 3 tenia que limpiar mi sucio balcón que era como si fuera la segunda residencia de las palomas.
La mirada de las palomas es inquietante y sus pensamientos son una paranoia detras de otra. Si en vez de alas tuvieran manos, nos robarian la cartera y el movil. No siento ningun aprecio por esos animales de medio pelo. La gente desconoce el peligro de alimentar a esas alima?as. Son un foco de bacterias y microbios. En la ciudad donde reposan las palomas donde hay porqueria .hace pocos a?os el ayuntamiento de BCN planeó infecundarlas pero fue poco exitoso para reducir los números de las palomas.
La gente tiene costumbre de invitar a los ni?os a que se acerquen a ellas, yo no lo recomiendo por el peligro de la fiebre avial. Siempre esta el tipico hombre que lleva una bolsa de 80 kilos de pan y se pone a tirarlo en medio de la calle para que vengan las palomas a comer con frenesi y malos modales. Entre ellas se picotean para coger el mejor bocado y son altamente agresivas. Si pesaran 20 kilos en vez de 200 grms, se comerian hasta el tio que les da de comer.Me pregunto que no será mejor dar la comida al gran tres directamente que ellas.
Una vez estaba tan tranquilo sentado en un banco y vino un tio de esos con la bolsa de 80 kilos de pan. Se sentó a mi lado y empezó a tirar pan como un poseido por el diablo. Como no me pido permiso para hacerlo o me pregunto si me molestaba, me levante y cuando estuve a una distancia prudencial me puse a dar palmas y las palomas se pusieron a volar alocadas. El hombre que estaba sentado se comió toda la porqueria que ellas soltaban. No me dijó nada, ya que se dio cuenta que el era libre de darles de comer. Y yo de asustarlas. |
|